La Pampa suma controles de glucemia y de uso de tecnología a la libreta sanitaria infantil y adolescente

La Cámara de Diputados de La Pampa aprobó por unanimidad la incorporación de nuevos controles a la Libreta Sanitaria Materno Infantil y del Adolescente. Durante una sesión ordinaria, se sancionaron dos leyes clave: una para incluir análisis clínicos anuales de glucemia e insulina, y otra para agregar una evaluación sobre el posible uso abusivo de tecnologías.

La iniciativa sobre los análisis metabólicos fue impulsada por la diputada Gisela Cuadrado, quien explicó que la medida busca la prevención y el diagnóstico temprano de la diabetes. “Este criterio no es arbitrario, responde a recomendaciones internacionales, como las de la Asociación Americana de Diabetes”, señaló la legisladora, y agregó: “Esta iniciativa nace para cuidar, prevenir y evitar lo evitable”. Cuadrado destacó que, si bien la diabetes tipo 1 no se puede prevenir, un diagnóstico a tiempo permite evitar la cetoacidosis diabética, un cuadro de gravedad. “Un simple análisis de glucemia puede marcar la diferencia entre un diagnóstico precoz o una internación en terapia intensiva”, advirtió.

La diputada compartió el caso de una niña de General Pico que fue diagnosticada tardíamente, y relató las palabras de su madre: “Si este control hubiera existido antes, no habríamos pasado por todo esto”. En cuanto a la diabetes tipo 2 y la prediabetes, Cuadrado remarcó que “sí podemos prevenir, revertir y evitar”, ya que la resistencia a la insulina es reversible si se detecta tempranamente. La legisladora contextualizó la urgencia de la ley con datos de UNICEF, que indican que en Argentina “el 36,5% de niños y adolescentes entre 5 y 19 años tienen sobrepeso u obesidad”. Además, citó un estudio de la UNLPam que ubica a La Pampa entre las regiones con mayores índices de obesidad infantil del país. “Un 30% de nuestra población infantil presenta algún tipo de problema con la obesidad; por eso, esta ley es necesaria y urgente”, afirmó.

A esta propuesta se sumó el aporte de la legisladora Ana Giussi, quien subrayó el valor de la prevención a través de la educación familiar. “Desde nuestro bloque quisimos sumar la mirada de la prevención mediante la capacitación de los padres”, explicó. Por ello, se incorporó a la libreta una sección sobre alimentación saludable y actividad física, al considerar que son pilares para reducir el riesgo de enfermedades metabólicas. “Con buena alimentación y actividad física podemos prevenir mucho más la diabetes que luego debe diagnosticarse con un análisis”, concluyó Giussi.

Por otra parte, la diputada Romina Mota defendió la ley que incorpora el análisis del posible uso abusivo de tecnologías. La legisladora explicó que el objetivo es la detección temprana de los efectos negativos del uso excesivo de dispositivos. “Sabemos que la infancia y la adolescencia son etapas de nativos digitales, y todos —padres, docentes y adultos responsables— somos testigos de cómo desde muy pequeños los vemos con dispositivos móviles”, describió. Mota citó un informe de la Sociedad Argentina de Pediatría que advierte que la sobreexposición a pantallas desplaza experiencias esenciales como el juego y la interacción social.

La diputada también compartió datos de la Universidad Católica Argentina que revelan que el 52,4% de las personas entre 5 y 17 años no realiza deporte y que 3 de cada 10 menores de 8 años presentan déficit de estimulación verbal. Advirtió sobre los efectos físicos, como la supresión de melatonina que afecta el sueño y el rendimiento escolar, y puso el foco en la salud mental. “El uso excesivo de la tecnología influye en la aparición de problemas de atención y emocionales, con baja tolerancia a la frustración”, detalló. Mota alertó sobre los peligros de internet, como el ciberacoso y el grooming, y afirmó: “Cuando entregamos un dispositivo móvil a un niño, le estamos abriendo la puerta al mundo, y ese mundo muchas veces puede ser peligroso”.

Finalmente, la legisladora Patricia George calificó la iniciativa como “una herramienta más para acompañar y orientar a las familias”. Sostuvo que la propuesta busca ofrecer un espacio de reflexión entre padres y profesionales de la salud. “Somos conscientes de que no podemos legislar sobre lo privado, pero sí podemos proteger desde nuestro rol institucional”, afirmó. George enfatizó la necesidad de una acción coordinada del Estado para enfrentar los desafíos actuales. “El Estado no puede ser un mero espectador de estos problemas sociales que hoy atraviesan a nuestras familias. Debe articular políticas entre la salud, la educación y la comunidad”, concluyó, reafirmando su confianza en un Estado presente y comprometido con la prevención.

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